Si piensa que su matrimonio llegará a su fin en un momento próximo y no está seguro de lo que le deparará el futuro, puede que quiera ponerse en marcha desde ahora mismo para tomar las precauciones adecuadas. Tiene que asegurarse de que está protegiendo su seguridad financiera para más adelante.

En cuanto pueda, reduzca los gastos innecesarios. Reúnase con su cónyuge y acuerden cancelar los servicios públicos y otras facturas. Es probable que necesite dinero más adelante y ésta es una forma de ahorrar. Liquide los bienes personales que ya no necesite o desee. Puede hacerlo ahora para evitar perderlos más adelante.

Cancelen todas las tarjetas de crédito que tengan en común. Ambos deberían ponerse de acuerdo para cancelar las cuentas y adquirir otras por separado. Es necesario cancelar las tarjetas porque el cónyuge las puede utilizar para todo tipo de gastos y usted se verá obligado a pagarlos. Cancelar las deudas ahora puede ahorrarle dinero que necesitará más adelante.

Es posible que desee dividir las cuentas bancarias de propiedad conjunta. Si tienen cuentas bancarias en común, es conveniente que dividan el dinero primero. Si la separación no es posible, su esposo puede decidir ocuparse del dinero por su cuenta y dejarle a usted sin nada. Si tiene facturas pendientes de la casa, explíqueselo al cónyuge para que se hagan los arreglos necesarios para pagarlas. Si abre otra cuenta bancaria, hágalo en otro banco. No permanezca en la misma entidad.

Hay que dejar de hacer aportaciones a cuentas combinadas de jubilación. Por lo general, esto se consigue comunicándoselo al lugar de trabajo. Haga los trámites necesarios para que su dinero no se añada a esa cuenta. Tiene que hacer esto hasta que averigüe ¿qué pasará con esas cuentas y quién se beneficiará de ellas?

Conserva tu trabajo o intenta encontrar uno. Debe asegurarse de que puede mantenerse y sacar adelante a su familia. Si no recibe ingresos de su cónyuge, tendrá que hacer algo para cubrir sus necesidades mensuales. Puede preguntar a su “futuro ex” si puede ayudarle económicamente hasta que finalice el proceso de divorcio. Esto sólo es recomendable si el divorcio acaba bien. Si están peleando por todo y no se llevan bien, es necesario que se ponga en contacto con su abogado y que ellos pregunten por usted.